Ser mamá de una niña es algo que nunca imagine, nunca fui amante del rosa ni las flores con corazones. Hoy que soy mamá de mi Luciana tengo claro que no tiene nada que ver con el color. Cuando supe que estaba embarazada no quise ilusionarme ni afanarme con ninguno de los dos sexos. Pero cuando en la ecografía me dijeron que iba a ser madre de una niñita en el mismo instante!! mi perspectiva cambio y sentí un amor incondicional y una fuerza de mamá leona que me iba a explotar por dentro.
Sentí una responsabilidad enorme en enseñarle a sobrevivir a este mundo tan machista, a enseñarle que nadie la debía pasar a llevar, menos por ser mujer, a que ella si podía jugar con autos y superhéroes, a lo que ella quisiese en realidad. Sin estereotipos, ni patrones. Al ser una mama feminista este es y sera mi tarea fundamental, y para aclarar el termino feminista el cual se confunde con feminazi:
Feminismo: Doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres.
Ser mamá es lejos lo más difícil que me ha tocado en la vida, pero ser mamá de una niña es la mayor responsabilidad que me ha tocado vivir, si es verdad que tu como mamá eres el ejemplo a seguir, también hay que recalcar que el padre, si este existiera en su vida, tiene un punto fundamental también, en como te trate a ti, es como ella esperara que la traten, en como el coopere en la casa en donde todos viven es como ella entenderá que el aseo y lavar la ropa es tarea de todos, no solo de la mamá.
Y aunque en estos tiempos la mujer de hoy es mucho más independiente, alza la voz, y es mucho más común verla hasta en mismos cargos de jefes y gerentes. También la violencia contra la mujer se ve muchisimos más, se habla más y es por esta razón que las que tenemos hijas mujeres a parte de enseñarles desde pequeñas que ellas tienen los mismo derechos y las mismas capacidades que los hombres, no deben dejar ni ver como un acto normal que las golpeen, las maten y las violen.
Es por eso que fuimos en el primer día de la mujer de mi nena con 11 meses, su papá y yo, los tres juntos a la marcha internacional del 8 de marzo, y aunque ella aun no entienda nada, no dejare de enseñarle que ella al final no es ningún sexo débil.